¿Por no qué crear un símbolo de esa relación que los evoque y refleje en todo momento y nos haga sentir en contacto permanente con ellos? Algo que nos haga sentir su presencia únicamente con mirarlo o tocarlo y que además podamos compartir con ellos de alguna manera.
Nuestra Directora creativa ha puesto toda su inspiración al servicio de los miembros más peludos de la familia.
Cada chapita trae para el dueño su correspondiente pulsera a juego. Ambas son totalmente personalizables mediante el grabado de los nombres de la mascota y su dueño sobre la pulsera y la chapita, respectivamente, de forma que cada uno lleve consigo en todo momento una pieza con el nombre del otro, haciendo su vínculo todavía más especial.
